domingo, 5 de septiembre de 2010

VIII Salón de Pintura "Alfredo López Méndez" (julio 1993)

Simón Oliveira
Obra: Hermanos
autor: Simón Oliveira

UN SALON DE PINTURA DE MUY BUENA CALIDAD

En un país donde los proyectos culturales (tales como los salones de arte y las revistas culturales, entre otros) suelen resultar poco duraderos, es muy grato saludar esta nueva edición del ya conocido y estabilizado Salón Anual de Pintura que acertadamente lleva el nombre del apreciado maestro de la pintura venezolana Luis Alfredo López Méndez, cuya presentación (la del salón, no la del maestro, desde luego) se está ofreciendo al público en las salas de exposiciones del Club Santa Paula, en Caracas.

La abundancia y la elevada calidad de las obras que los artistas, muchos de ellos conocidos y laureados en otros salones nacionales, enviaron al Club Santa Paula aspirando participar este año en el VIII Salón de Pintura “Luis Alfredo López Méndez”, aseguró de antemano el éxito del evento, que en esta oportunidad parece superar al de las ediciones precedentes.

Cabe aquí señalar que en razón de las limitaciones del espacio expositivo disponible, no era posible exponer todo el muy numeroso conjunto de las obras enviadas al evento, y tal como estaba previsto en las bases publicadas, el jurado de admisión (integrado por personalidades tan calificadas como las del jurado de calificación) tuvo que realizar una selección severa y se vio obligado a escoger una sola obra por cada artista admitido. Pero de este modo quedo asegurado un nivel general de calidad bastante exigente, que nos permite afirmar que todas las pinturas que se exponen son de buena calidad.

Por otra parte, resulta significativa y positiva a la diversidad de los estilos, de los temas, de las técnicas y de las tendencias de las obras expuestas, lo cual demuestra la amplitud de los criterios selectivos, que no pecaron de parcialización. También debemos destacar que muchas de las pinturas de las exposiciones provienen del interior del país, y algunas fueron enviadas desde regiones muy alejadas de Caracas.

En conclusión, la mencionada afluencia cuantiosa y muy calificada de las obras al certamen demuestra que este Salón, por su seriedad, su continuidad, su buena organización, su solvencia moral y su creciente calidad, se ha ganado la confianza de los artistas y de los aficionados, y es, en consecuencia, un Salón que vale la pena visitar.

Perán Erminy


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