martes, 6 de julio de 2010

Homenaje a La Guaira (2da parte)

Obra: Callejón de la Guaira
Jonnattan Camero
Homenaje a La Guaira en sus 404 Años.
Julio 1993
(2da.Parte)

La Guayra, donde el rugir del viento arruya con fuerza, su azul mar hace crecer la esperanza, su hermoso sol calienta bondades y donde su tierra como alfombra acaricia nuestro andar, fue denominada el 8 de mayo de 1578 como una “ensenadilla” por Don Juan de Pimentel, el primer gobernador que residió en Caracas en su conocida “relación”.

Pero, la Guayra, como su nombre, constituía una rada o ensenada fuerte, segura, más que la de Caraballeda que en aquellos años cumplía las funciones de puerto.
“Guayra” a la orilla del mar, justamente donde empezaba el camino que subía a la montaña para comunicarse con Caracas, presentaba ventajas sobre Caraballeda, en lo que a desembarco de mercancías se refiere.

El viento soplaba con menos fuerza y la carga tenía que recorrer menos camino para ser recibido por sus dueños.

“Que necesidad tenían los caraqueños de recorrer seis leguas –ida y vuelta- para ir a buscar al puerto de la ciudad de Caraballeda, lo que podían obtener en el puerto natural de la Guayra…” señaló Manuel Pérez Vila.

Esta ventaja trajo como consecuencia que desde 1578 anclaron buques en la Guayra, y fue tal auge de este nuevo puerto que a partir de 1580 las funciones portuarias se habían trasladado desde Caraballeda hacia la Guayra.

Se cree que la población de la Guayra y su puerto nacieron a consecuencia del despoblamiento de Caraballeda en 1587, como protesta de sus habitantes contra las arbitrariedades del Gobernador Don Luis de Rojas; pero lo expuesto anteriormente nos hace entender que la Guayra se fue formando sola, respondiendo a una necesidad comercial.

Diego de Osorio aparece como su “fundador”, porque fue en su gobernación cuando se comenzaron a construir importantes instalaciones y se le dio carácter de puerto de Caracas.

Se dice que este puerto fue fundado el 29 de junio de 1589, hace 404 años que hoy con gran entusiasmo celebramos.

M.R.Guevara.

No hay comentarios:

Publicar un comentario